miércoles, 23 de febrero de 2011

El poder del pensamiento lógico

El que piensa de manera pulcra emigra con más éxito que el que se va con puras preconcepciones y idealizaciones de su lugar de destino, es que el pensamiento pulcro se traduce adaptarse mejor por que se comunica mejor y por que uno se hace las preguntas pertinentes.

El problema es que muchas veces asumimos que somos lógicos sin serlo realmente, y prácticamente cualquier terapia se basa en esto, en hacer ver dónde están los fallos en nuestros pensamientos, ¿por qué?, por que pretendemos con lo que decimos fundar la realidad, no es que tratamos de comprenderla, es que la fundamos, y ahí es cuando vemos que psicólogos y psiquiatras actuar. Mitad de la terapia es cambiar un esquema de pensamiento que no es adaptativo pero que asumimos y defendemos a capa y espada, casi como si nos fundara como personas, al punto que las terapias serían mucho más rápidas de lo que son si primero el terapeuta no tuviera que romper con esta resistencia inicial sin que el consultante o paciente huya por la retaguardia bravo y mascullando, ¿y quién es este tío para venirme a decir a mi que lo que me hace y me da sentido está mal?.

Pregúntese por un momento, cuando usted sale del consulado y dice por ejemplo, ‘’Nadie me presta la más mínima atención a lo que digo’’, eso es en si una afirmación muy contundente, tanto como una roca, y peor, una roca fundacional, como la que está en el basamento de una casa por construirse… esta roca dictará mi relación y mi manera de interactuar con el consulado de acá en adelante, u cuidado y termino generalizando y hasta dicta mi forma de ver el gentilicio del país al que pretendo emigrar, estudiar, trabajar por un tiempo, o en líneas generales vivir.

Así que pues replanteémonos la pregunta, cuando uno dice, ‘’nadie me presta la más mínima atención a lo que digo’’, ¿específicamente a quién o quienes dentro del consulado se refiere usted?, ¿qué parte de la cadena de acciones y personas?, ¿qué es lo que dicen o hacen los que no le prestan atención que usted ve como falta de atención?, y así….hay una gran diferencia entre analizar la situación, comprenderla para así ver cómo uno planifica en este caso una contra-ofensiva, a simplemente dejarse vencer por el negativismo, por más justificado que esté, por que después al generalizar, el afectado será usted, ya que tendrá una imagen distorsionada de el ambiente y las personas que encontrará en la emigración. Cuide de las imágenes distorsionadas, ya que al ser parcialmente reales, su parte real alimente y justifica la parte de distorsión.

Pongamos otro ejemplo, ‘’Siempre evito situaciones que me incomodan’’, ¿exactamente cuáles son esas situaciones?, de dentro de ellas. ¿qué o quienes lo incomodan?, ¿qué hacen para incomodarlo?.

Pongamos otra. Nos es doloroso dejar el país. Nuevamente, ¿Quién o quienes son ‘’nosotros’’?, ¿Cuánto duele?, ¿a quien o quienes duele?, ¿por qué duele?, ¿por qué está dispuesto a asumir y afrontar ese dolor?.

En estos casos es bueno distinguir dos elementos del lenguaje que usamos todos los días pero pocas veces notamos que lo usamos o por qué lo usamos. Existen dos palabras que no hace falta que se aprenda, los cuantificadores existenciales y los cuantificadores universales, es decir, cuando nos referimos a nosotros o a nuestro medio ambiente, o a las personas que ahí se desenvuelven nos podemos referir a ellos de dos maneras, como algo común (generalizable a) toda situación, o como algo específico generalizable solamente a un conjunto de situaciones (discriminación). Esto es bueno saberlo por razones obvias, si decimos que nuestra pareja no se ríe nunca fundamos una realidad inexistente, en todo caso no se ríe o se ríe en o cuales circunstancias, ¿para que sirve esto?, pues si uno quiere rescatar una relación, identificar qué hace a su pareja reír puede enseñarle a usted a enseñarle a su pareja a ampliar poco a poco a ser más animada introduciendo elementos comunes a las situaciones en donde si se ríe pero en otras circunstancias que ‘’gatillen’’ una respuesta más animada de su pareja. Usted puede modificar su ambiente, y esto es tan real en el ejemplo de la risa como en una situación de migración. Digamos que usted migra a una cultura donde la risa y el buen humor es buen visto, entonces la tarea de modificación es con usted.

Tengamos cuidado con el lenguaje, muchas veces podemos usar palabas no por su significado sino por su poder como símbolo, es decir, de ‘’conmutador’’ para unir conceptos o ideas que de otra manera no sería lógico que estuvieran relacionadas. Pongamos un caso, ser protestante es pertenecer a una confesión, ser norteamericano es pertenecer a un país con unos valores culturales específicos, decir que si no se cree en cristo no es norteamericano, o más aún si no se es protestante no se es norteamericano es pensamiento simbólico, se siente y se vive como real, pero no es pensamiento lógico y quien lo exhibe perderá muchas oportunidades de interactuar con norteamericanos que no entran dentro de esa definición, o más aún incluso con norteamericanos protestantes que no comparten esa restricción. El pensamiento simbólico llevado a su extremo aísla, distorsiona la realidad, y no permite que te adaptes a la nueva cultura a la que entras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario